Esta es una receta muy sencilla, de origen portugués y muy típica de Semana Santa. En realidad, se trata de un revoltillo.
Nos sirve también para aprovechar restos de bacalao que tengamos en casa, después de otro guiso.
INGREDIENTES: (para 4 personas)
· 3 patatas
· 300 gr de migas de bacalao desalado
· 1 cebolleta o cebolla tierna
· 3 huevos
· aceite de oliva, sal y perejil
ELABORACIÓN:
Pelar las patatas y cortarlas tipo paja, es decir, a bastoncitos muy pequeños. Va bien usar una mandolina o uno de esos aparatos especiales que ya nos dejan las patatas cortadas y a punto.
Luego conviene dejarlas un rato en agua fría para que suelten el almidón y a continuación secarlas bien.
Freír la cebolleta cotada a pluma. Esta vez no la pocharemos, porque nos interesa que se quede bien doradita. Por tanto, fuego fuerte y sin dejar de vigilar.
Cuando tengamos la cebolleta a punto, añadimos los trozos de bacalao desmenuzado a mano.
Por otro lado, freímos las patatas y las añadimos a la cebolleta con el bacalao.
Hasta aquí, podemos dejarlo preparado con antelación.
En el momento de comerlo, añadimos los huevos batidos y, opcionalmente, un trozo de mantequilla, para que el revoltillo quede más meloso.
Decoramos con el perejil picado y, opcionalmente, con unas aceitunas negras.