UNA ENSALADA NIÇOISE DIFERENTE

Esta es una muestra de que la creatividad en la cocina no tiene límites. Además de lo divertido que es improvisar a partir de los ingredientes de los que disponemos, siempre podemos modificar recetas de las de toda la vida para que, sin perder su esencia, tengan otra imagen. 

 En esta ocasión cambiamos la patata clásica por una de color violeta. Y añadimos unos huevos de codorniz que darán cremosidad y colorido al plato. Vamos con ello:

 INGREDIENTES:

             ·       Patata violeta

·       Judía verde

·       Anchoas

·       Aceitunas negras

·       Tomate y cebolla (opcional)

·       Huevos de codorniz

·       Aceite de oliva virgen, Vinagre de Jerez, cebollino

 

 

ELABORACIÓN:

 

Cocer la patata con piel. Dejar enfriar, pelar y filetear un poco gruesa.

Colocarla ordenadamente en el fondo del plato (o mejor de una pizarra alargada), haciendo un camino, con los trozos semimontados. Aliñar con una vinagreta básica, es decir, batiendo aceite, vinagre, sal y pimienta.

 Laminar la judía verde y escaldarla, dejándola al dente y, a continuación,  colocarla por encima de la patata de forma estética.

 Abrir los huevos de codorniz y sumergir, todos juntos, en un bol con vinagre.

Poner agua a hervir, hacer un remolino con las varillas y mientras gira, volcar los huevos, todos a la vez. Dejar hervir muy pocos segundos y pasar a un bol con agua fría.

Una vez hemos parado la cocción de los huevos, escurrirlos sobre papel absorbente, para luego aliñarlos con aceite y cebollino.

Envolverlos con un filete de anchoa y colocar encima de la patata, también de forma ordenada. Por ejemplo, alternando cada dos trozos de patata.

Adornar el plato, por ejemplo, con germinados y flores.
Se puede poner algo de tomate Cherry para dar color al plato.

Al final, añadir un hilo de aceite virgen extra por encima, un cordón de Módena (si puede ser de frutos rojos) y unas escamas de sal.