TARTA DE CHOCOLATE TIPO "SACHER" CON FRAMBUESAS

Hay un montón de recetas de este clásico. La "auténtica", la que podemos degustar en Viena tiene, en realidad, una consistencia bastante compacta.

Después de probar muchas versiones, proponemos esta, ya que resulta más esponjosa y, generalmente, gusta mucho, sobretodo a los más pequeños.

INGREDIENTES:

Bizcocho:

150 grs. chocolate para fundir

120 grs. harina

150 grs. azúcar

100 grs. mantequilla

4 huevos

1 cucharadita levadura en polvo

Sal, una pizca

Relleno:

Almíbar:

100 grs. azúcar

100 grs. agua

Un chorrito de ron negro

200 gr mermelada albaricoque o de frambuesa, según nos guste más

Cobertura:

150 grs. chocolate de fundir

100 grs. nata líquida

75 grs. mantequilla

 

ELABORACIÓN:

 

Bizcocho: Derretir el chocolate con la mantequilla al baño María o en el microondas. Dejar templar. Separar las yemas de las claras y montar las yemas con la mitad del azúcar. Añadir el chocolate a las yemas montadas. Incorporar la harina tamizada con la levadura y una pizca de sal. Montar las claras, añadir el resto del azúcar y seguir montando hasta formar un merengue liso y brillante. Mezclar este merengue con la masa con movimientos envolventes. Rellenar un molde de 22 cm de diámetro, untado con mantequilla. Hornear a 180º unos 30 min., hasta que al pinchar la aguja salga limpia. Dejar enfriar.

Almíbar: Cocer el azúcar con el agua hasta que el azúcar esté completamente disuelto y añadir el ron.  Abrir el bizcocho por la mitad y con un pincel, empapar las dos partes del bizcocho, pero sin pasarse. Que quede humedecido pero tampoco hasta el punto que llegue a romperse. Simplemente es para que quede más jugoso. No es necesario utilizar todo el almíbar que hemos elaborado.

Relleno:  pincelar  la mitad del bizcocho con la mermelada y cerrar con la otra parte de bizcocho. Aconsejo calentar un poco la mermelada en un cazo previamente. Esto nos permitirá untarla con más facilidad.

Cobertura: Derretir al baño María todos los ingredientes. Dejar templar para que espese ligeramente. 

Para proceder a la cobertura, si no tenemos base giratoria, lo ideal es colocar el bizcocho (que ha de estar completamente frío) encima de una rejilla como, por ejemplo, la del horno. Depositar esta rejilla encima de un fregadero de la cocina. Así evitamos pringar todo el mármol de la cocina con chocolate. A continuación, vamos echando la cobertura encima del bizcocho, con una jarrita, de forma que se vaya cubriendo todo. Si lo hacemos así, evitaremos usar la espátula y no nos quedarán rayas. Es decir, simplemente hemos de verter el líquido e inclinar un poco en distintas direcciones, para que vaya cayendo por todos lados y cubriendo toda la tarta. Para rematar los laterales y que queden bien cubiertos, probablemente nos tendremos que ayudar de la espátula. Pero en general, la superficie quedará más lisa.

La decoración final típica ha realizaríamos colocando la cobertura de chocolate sobrante en un cornete y escribiendo Sacher en la superficie de la tarta, cuando esté todo más atemperado. Pero en esta ocasión, como veis en la foto, hemos terminado con unas frambuesas y un poco de azúcar glas.